HERMANDAD

Hermanos de diferentes Cofradías inscritos en el IX Encuentro participarán en el desfile del Miércoles Santo.

Como bien es sabido por todos entre los días 6 y 9 de diciembre del año pasado nuestra Venerable Hermandad organizó el IX Encuentro Nacional de Hermandades y Cofradías de la Santa Cena. Este Encuentro trataba de conseguir unos objetivos como la convivencia, el hermanamiento, la investigación sobre temas de nuestra advocación, la puesta en común de ideas, el análisis de problemáticas comunes, etc., objetivos todos que fueron cumplidos.

            En el aspecto de la convivencia y el hermanamiento, una vez más el Encuentro sirvió para estrechar lazos, entre las distintas cofradías y hermandades, de ahí que al finalizar el Encuentro un grupo de directivos de la Cofradía de Huelva nos pidió permiso para venir a desfilar un número de hermanos entre nuestras filas el Miércoles Santo, petición a la que se sumaron otras cofradías asistentes, a lo que respondimos que lo tendríamos que estudiar y presentar ante nuestra Junta de Cofradías para que lo aprobase, si procedía. En principio se consideró que si procedía el desfile este año pues sería un refrendo magnífico para el IX Encuentro, y como algo excepcional, que no se repetiría en ningún otro año, pues es este año cuando tiene todo el sentido.

            Una vez estudiado en Junta de Diputación y con el visto bueno de la Junta de Cofradías, se  procedió a invitar a cada Hermandad o Cofradía asistente al Encuentro a que participe en nuestro desfile con un miembro de su Junta Directiva ataviado como tal y acompañado por dos nazarenos revestidos con el uniforme de su hermandad.

            Estos cofrades se situarían justo delante de nuestro paso, entre la fila de niños y el capataz de banceros en formación de a tres: directivo, escoltado por sus dos hermanos.

            Con este acompañamiento se quiere conseguir resaltar aún más el desfile del Silencio, el de la Hermandad de la Santa Cena y el de la Semana Santa de Cuenca en general, estableciendo unos lazos de amor fraterno y colaboración cristiana con personas que tienen la misma devoción que nosotros al Señor representado en la Eucaristía.